Adopción de Kora

A veces la vida nos obliga a mirar de frente la miseria humana… y, al mismo tiempo, la grandeza de quienes no miran hacia otro lado.

Kora fue vista en plena calle, en un municipio de Barcelona, siendo golpeada por la persona que debía protegerla. Los golpes fueron tan crueles que incluso llegó a partirle un palo en la cabeza. Una escena que hiela la sangre y que, desgraciadamente, refleja la escoria que aún existe en nuestra sociedad.

Pero ese día también estaba allí una pareja con un corazón enorme. La chica, especialmente, no dudó ni un segundo en intervenir. Su valentía y determinación hicieron que aquel individuo acabara cediendo a Kora de forma voluntaria. Gracias a su reacción, Kora dejó de sufrir en ese mismo instante.

Con la esperanza de encontrarle un hogar por su cuenta y evitarle el paso por una protectora donde no estaría tan bien atendida, intentaron darle una oportunidad en familia. No fue fácil; la adaptación no funcionó, pero lejos de rendirse, siguieron buscando hasta conseguir una casa de acogida temporal y contactar con nosotros. Querían que, después de tanto dolor, Kora estuviera en un lugar donde la trataran como lo que es: una reina.

Hoy Kora ya forma parte de nuestra familia ADAP. Tiene unos 3 años, es sociable con otros perros, de tamaño pequeño y con un corazón enorme. Pasea perfectamente con correa, adora los viajes en coche y tiene una dulzura que enamora a cualquiera que la conoce.

Su historia nos recuerda lo importante que es actuar cuando somos testigos de maltrato. Esa pareja cambió el destino de Kora para siempre. Y gracias a personas así, seguimos creyendo que otro mundo es posible.