
Adopción de Ketamina
¡Adoptado! el
8-9-2025
- Nombre Ketamina
- Clase Gato
- Desde 14-5-2025
- Sexo Hembra
- Edad 4 meses y 17 días
- fecha de nacimiento 4/2025
- Raza
- Tamaño Mediano
- Localidad Penedès (Barcelona)
- ID 1621
Descripción
🖤🐾 Morfina y Ketamina: de la chatarra al calor de un hogar
En medio del frío metal y el silencio de un desguace, una madre gata luchaba por mantener a salvo a sus bebés. Entre motores oxidados y coches abandonados, se abría paso con astucia y determinación. Cada día, cambiaba de escondite, buscando el rincón más seguro. Y en uno de esos capós desgastados, nacieron Morfina y Ketamina, dos pequeñas supervivientes con los ojos bien abiertos al mundo.
Fue una compañera de trabajo del lugar quien, tras días de observación, descubrió la rutina de aquellos gatos que solo buscaban un poco de comida y un refugio. Con paciencia y atención, logró localizar a la madre escondiendo a sus crías. Movilizó a los trabajadores del desguace, y gracias a su ayuda, pudieron rescatar a las dos hermanas.
La madre y su otro hijo huyeron. Nunca confiaron en los humanos. Solo conocían la calle, el hambre y el miedo.
Pero Morfina y Ketamina tuvieron otra suerte. Llegaron a ADAP con el recuerdo aún fresco de la dureza de la calle, pero también con el vínculo intacto entre ellas: siempre juntas, protegiéndose, vigilando sus espaldas.
El camino no fue fácil. Aprendieron poco a poco que las manos humanas también pueden acariciar, que los juguetes no muerden y que hay otros gatos con los que ya no hay que competir por un trozo de pan. Hoy, conviven con otros felinos, han empezado a abrirse y a confiar, aunque aún guardan cierta prudencia... esa que les salvó la vida.
Buscan un hogar donde puedan seguir creciendo a su ritmo, sin prisas, rodeadas de cariño y respeto. Un lugar donde su pasado quede atrás y su futuro sea tan cálido como merecen.
Porque hay historias que empiezan entre hierros rotos y terminan en brazos que saben esperar.
En medio del frío metal y el silencio de un desguace, una madre gata luchaba por mantener a salvo a sus bebés. Entre motores oxidados y coches abandonados, se abría paso con astucia y determinación. Cada día, cambiaba de escondite, buscando el rincón más seguro. Y en uno de esos capós desgastados, nacieron Morfina y Ketamina, dos pequeñas supervivientes con los ojos bien abiertos al mundo.
Fue una compañera de trabajo del lugar quien, tras días de observación, descubrió la rutina de aquellos gatos que solo buscaban un poco de comida y un refugio. Con paciencia y atención, logró localizar a la madre escondiendo a sus crías. Movilizó a los trabajadores del desguace, y gracias a su ayuda, pudieron rescatar a las dos hermanas.
La madre y su otro hijo huyeron. Nunca confiaron en los humanos. Solo conocían la calle, el hambre y el miedo.
Pero Morfina y Ketamina tuvieron otra suerte. Llegaron a ADAP con el recuerdo aún fresco de la dureza de la calle, pero también con el vínculo intacto entre ellas: siempre juntas, protegiéndose, vigilando sus espaldas.
El camino no fue fácil. Aprendieron poco a poco que las manos humanas también pueden acariciar, que los juguetes no muerden y que hay otros gatos con los que ya no hay que competir por un trozo de pan. Hoy, conviven con otros felinos, han empezado a abrirse y a confiar, aunque aún guardan cierta prudencia... esa que les salvó la vida.
Buscan un hogar donde puedan seguir creciendo a su ritmo, sin prisas, rodeadas de cariño y respeto. Un lugar donde su pasado quede atrás y su futuro sea tan cálido como merecen.
Porque hay historias que empiezan entre hierros rotos y terminan en brazos que saben esperar.