Ficha de KingKong

💜 Iris y KingKong: una historia de supervivencia y vínculo invisible
Aparecieron cuando el mundo se detuvo. Era plena pandemia, y en medio del silencio extraño que dejó el confinamiento, Iris y KingKong comenzaron a merodear por los alrededores del refugio. Nadie sabía de dónde habían salido ni por qué habían llegado justo en ese momento... pero había algo evidente: buscaban comida, agua y quizás una última esperanza.

Durante semanas, los voluntarios se turnaron, coordinados con paciencia infinita, para poder ayudarles. No fue fácil. Iris y KingKong no se dejaban tocar, ni siquiera acercar. El miedo y la desconfianza eran más grandes que ellos. Finalmente, tras mucho esfuerzo, ambos pudieron ser rescatados con una jaula trampa. Fue un proceso complicado, pero juntos lograron entrar en un lugar seguro.

Desde entonces, no se han separado. Son compañeros de vida, de refugio y de historia. No son los gatos que se suben al regazo ni buscan caricias. Ellos observan desde lejos, valoran el silencio, la calma y la rutina. Necesitan su espacio, su tiempo, su manera de entender el mundo. Pero detrás de ese muro de distancia, sabemos que hay ternura... solo necesitan el entorno adecuado para atreverse a mostrarla.

Conviven sin problemas con otros gatos, y aunque KingKong es positivo en inmunodeficiencia felina (FIV), eso no le impide hacer una vida completamente normal, feliz y tranquila.

Buscamos para ellos un hogar especial. Un hogar que no espere nada de ellos al principio, solo que les respete y les permita ser ellos mismos. Un lugar donde el cariño se cultive poco a poco, sin prisas, como las historias más bonitas.

Porque a veces, los vínculos más profundos no necesitan palabras... ni siquiera caricias. Solo tiempo, confianza y un rincón de paz.