Ficha de Tana

Tana: Busca de un Verdadero Hogar

Tana es una perrita hermosa, noble y muy especial. Su historia es la de muchas que pasan desapercibidas… una historia silenciosa, de soledad y espera.

Durante años, Tana fue “la vigilante” de una empresa. Tenía un cuenco de agua, algo de comida y una cadena como compañía. Pasaba los días viendo pasar la vida a través de una valla, esperando que alguien le dedicara una palabra amable, una caricia… algo que nunca llegaba. Los fines de semana y las noches eran los peores: silencio, frío y soledad. Porque, aunque tenía un lugar donde dormir, no tenía un hogar.

Las denuncias por su situación nos llegaron una y otra vez, hasta que por fin conseguimos sacarla de allí. Desde entonces, Tana vive en el refugio, rodeada de voluntarios que la adoran y que saben que, detrás de esa mirada tranquila, hay un corazón inmenso pidiendo una oportunidad.

A pesar de todo lo que ha vivido, Tana no guarda rencor. Es increíblemente cariñosa con las personas —adora el contacto humano, busca mimos, compañía y afecto a todas horas—. Es de esas perritas que, cuando te miran, te desarman por completo.

Tana es un caso especial. Después de tantos años sola, necesita paciencia, espacio y mucho, mucho amor. Por eso, buscamos para ella una familia con casa y terreno, donde pueda estar a sus aires, tranquila, disfrutando del sol, del aire y de su libertad. Pero también una familia que esté dispuesta a abrirle el corazón y recibir todo el cariño que Tana tiene para dar… porque le sobra.

Tana necesita ser la única hija perruna. No porque no tolere a otros perros, sino porque por primera vez en su vida merece ser la protagonista, la que reciba todas las caricias, todos los paseos y toda la atención que antes le faltaron.

Los voluntarios lo sabemos bien: Tana es puro amor, y no puede pasarse el resto de su vida entre barrotes. Ha esperado demasiado.

Si crees que podrías ser esa familia que le dé una segunda oportunidad, escríbenos.
Tana no busca una casa cualquiera… busca su hogar definitivo.
Ese donde, al fin, pueda dormir en paz sabiendo que nunca volverá a estar sola.