Ficha de Kiki

Kiki llegó hasta nosotros el 16 de diciembre del 2025 con una historia que empieza llena de ilusión y termina, por ahora, en un refugio que no debería ser su lugar.

Kiki viajó desde Andalucía gracias a la Fundación Damas y Vagabundos, acompañado por un matrimonio que soñaba con darle un hogar. Y durante un tiempo lo tuvo. Pero a veces el amor no es suficiente cuando la energía y las fuerzas ya no acompañan: sus adoptantes,
personas octogenarias, se dieron cuenta de que no podían seguirle el ritmo que un perro
joven necesita.
Apareció entonces una segunda oportunidad. Otra familia, nuevas esperanzas. Pero esta
vez fueron los ruidos, el entorno y la sensibilidad de dos niños lo que impidió una
adaptación tranquila.
En ninguno de los casos el problema fue Kiki. Nunca lo fue. Porque Kiki es un perro extraordinario.

Es cariñoso, sociable con otros perros y con gatos, apto con niños, inteligente, obediente y
con unas ganas inmensas de compartir la vida con alguien. Es un podenco joven, de
tamaño mediano, con la energía natural de su raza y con ese carácter noble y leal que
enamora a quien lo conoce de verdad.

Nació el 15 de junio de 2024, está esterilizado y tiene todo al día. Ha crecido en hogares,
no entre rejas. Y por eso, aunque ahora convive correctamente con otros cinco perros en la
planta media del refugio, la jaula le genera un estrés enorme. Kiki no entiende por qué ya no
duerme en un sofá, por qué no hay manos que lo acaricien antes de dormir, por qué su
familia vuelve a cambiar.
Kiki no necesita compasión. Necesita una familia que se quede. Una familia que entienda su energía, que le ofrezca tiempo, paseos, estabilidad y amor. Una familia que no vuelva a romperle el corazón. Porque Kiki está preparado para darlo todo… solo necesita a alguien que haga lo mismo por él.
Si estás leyendo esto y sientes que algo se te ha movido por dentro, quizá no sea
casualidad.
Quizá Kiki te está esperando a ti.