Ficha de Kala

Una tarde cualquiera, una mujer conducía por una carretera secundaria cuando algo en el arcén llamó su atención: un diminuto gatito, solo y desorientado, maullando con todas sus fuerzas. No dudó ni un segundo en detenerse y ponerlo a salvo. Al cogerlo en brazos, un débil maullido se escuchó a lo lejos, luego otro… y otro más. Pasó horas buscando entre las hierbas altas y secas que bordeaban la carretera, hasta que por fin los encontró: tres bebés más, acurrucados, temblando, intentando esconderse del mundo.

Eran hermanos. Cuatro pequeñas vidas de apenas cuatro semanas que no podrían haber llegado hasta allí por sí solas. ¿Los dejaría la madre al no poder cuidarlos? ¿O alguien los abandonó por ser una camada no deseada? Nunca lo sabremos. Lo único cierto es que allí no podían quedarse.

Cuando nos contaron su historia, no hizo falta pensarlo. Los pequeños fueron llevados de inmediato al veterinario para un chequeo general y, después, al refugio, donde por fin pudieron descansar en un lugar seguro.

Así llegaron Mars, Kala, M&M y Oreo: cuatro bebés que empezaron su historia en el peor de los lugares, pero que ahora tienen toda una vida por delante esperando un hogar donde nunca más tengan que temer.