Ficha de Triana

Triana es una perrita adorable que no ha tenido mucha suerte en su vida. A principios de este año, su tutor fue encarcelado, y ella terminó en una perrera donde le asignaron una fecha de sacrificio desde el primer día. Todo jugaba en su contra: una raza injustamente estigmatizada, diez años de edad y una leishmania sin tratar. Nadie apostaba por ella.

Pero el destino quiso darle otra oportunidad. Una compañera logró sacarla a tiempo y llevarla a una residencia donde pasó siete meses, hasta que finalmente llegó a Villa ADAP, su nuevo refugio y su pequeño paraíso temporal.

Desde el primer día, Triana nos robó el corazón. Es una perra equilibrada, dulce y sociable. Ha convivido con otros perros, gatos e incluso gallinas sin ningún problema. Su carácter es noble y cariñoso, de esos que te abrazan el alma sin necesidad de palabras. Con su tratamiento, la leishmania quedó controlada, y Triana volvió a disfrutar de la vida, tranquila, agradecida, sabiendo que, por fin, alguien la veía como merecía.

Durante meses soñamos con encontrarle una familia. Sabíamos que no sería fácil: su edad y su historial reducían las posibilidades, pero Triana seguía conquistando a todos los que la conocían con su ternura infinita.

🕊️ Actualización – Octubre 2025

La vida volvió a ponerla a prueba.
Hace unas semanas, Triana sufrió un terrible encontronazo con otra perra del refugio que le provocó la pérdida de gran parte de la lengua. Pasó diez días hospitalizada, y los veterinarios nos preparaban para lo peor: su caso parecía incompatible con la vida.

Pero Triana… no se rindió.
Con una fuerza que nos dejó sin aliento, aprendió a comer y beber sola otra vez. Demostró que las ganas de vivir pueden ser más fuertes que cualquier diagnóstico. Triana no quería irse aún. Era un ejemplo vivo de resistencia, amor y esperanza.

Lamentablemente, hace poco le detectaron dos tumores en el bazo. Y debido a su edad, su leishmania y su frágil estado, no puede ser operada. Los veterinarios nos han dado un pronóstico de uno a tres meses de vida.

Sabemos que su tiempo se acaba, pero también sabemos que no le faltará amor ni cuidados hasta el final. Triana se ha ganado el corazón de todos en Villa ADAP: es la reina de la planta media, pasea despacito, busca caricias y disfruta del sol en su mantita como si cada rayo fuera un abrazo más.

Ella no necesita mucho.
Solo amor, cariño y compañía hasta el último día.
Porque Triana ha luchado, y nosotros no somos quiénes para dejarla de lado ahora.

Su cuerpo puede estar cansado, pero su alma sigue llena de luz. Y mientras quede un latido en su corazón, haremos que ese latido se sienta amado.

Triana no entiende de diagnósticos ni de tiempo.
Solo entiende de amor.
Y eso, por suerte, nunca le faltará.